Tener una necesidad es útil, esa necesidad nos pone en movimiento. Tener un deseo es más potente aún, cuando deseamos algo con el alma, cada parte de nuestro cuerpo se esfuerza por lograrlo. Tener un sueño es algo de una fuerza casi sobrenatural, nos esforzamos y ponemos lo mejor de nosotros durante días, meses, años, par alcanzar ese sueño. Un sueño que nos puede cambiar la vida. Pero necesidades, deseos y sueños son pequeños al lado de la utopía. Tener una utopía es algo superior, es algo que cuanto más te acercas vos más se aleja, pero entonces uno se pregunta, ¿para qué sirve la utopía si siempre se aleja? la respuesta es facíl, vos queres algo que ves que se aleja y que haces empezas a caminar más rapido y hasta a veces correr sin darte cuenta, y entonces ¿para qué sirve? para caminar, para correr para tratar de alcanzar algo que parece imposible. Entonces llegamos a la conclusión de que para tener una utopía hay que tener fé, para creer que eso que deseamos es posible. Una utopía, por definicion, es algo que no existe, es una ilusión. La utopía es una llamada a la esperanza, a creer que todo se puede cumplir.